El verano está lleno de bodas (aisss! escuchar la palabra verano cuando estamos con la bufanda hasta la nariz y una taza XL de café da un poco de nostalgia…) y es normal, los días son más largos, el calor se combate con un rico pisco sour y bailar al aire libre hasta la madrugada es genial. Pero cuando llegan unos novios y dicen «otoño», no podemos evitar poner cara de emoción y nuestra imaginación empieza a volar.
Así fue la historia de Maria y Javi, cuando llegaron a Detallerie estaban ilusionados con celebrar su boda en otoño pero tenían dudas de si sería una buena idea, les dijimos que nos dieran la oportunidad de compartir con ellos lo precioso que es celebrar el gran día en esa época, y el 12 de noviembre estábamos preparando una boda otoñal de rojo terciopelo. ;)
María, la novia, eligió un un vestido de encaje, un peinado desenfadado completado con una corona de flores y un maquillaje muy natural. Los zapatos rojos de terciopelo a juego con una capa que lució después de la ceremonia fue ideal.
Javi, mucho más relajado, se preparaba mientras su chica se ponía guapísima.
Fotografía: Diez&Bordons
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We prepared an autumn wedding of red velvet. Maria, chose a lace dress, a casual hairstyle completed with a wreath of flowers and a very natural makeup. The matching red velvet shoes and cape cote that wore after the ceremony, was ideal.
The seating plan was a special detail for the guests, with polaroid photos of each one with their table number.
The dinner was at the cellar decorated by long tables with a runner of eucalyptus with some burgundy tones in fruits and candle sticks. And glass domes decor with burgundy and pale pink flowers that gave a romantic touch.
An endless dance time and a sweet corner of cakes made this an unforgettable autumn wedding.
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