¡Si, hemos vuelto! Han pasado muchas cosas durante este tiempo, así que tenemos mucho que contar… Pero de momento empezaremos explicándoos todos los detalles de las bodas de esta temporada, que han sido muchas y muy chulas. Así que ¡empezamos!
Abrimos la veda con Maria y Santi, una pareja de enamorados que desde que se conocieron, sabían que acabarían pasando juntos por el altar. Nada más verles, supimos que su boda estaría llena de romanticismo, alegría y que por supuesto ¡sería un fiestón!
Santi es Argentino, así que para su boda llegaron muchos familiares y amigos de fuera… se reunía con sus amigos de la infancia para celebrar su día y eso le llenaba de ilusión. Maria por su parte, había soñado toda su vida con el día de su boda y por fin iba a celebrarse nada más y nada menos que en la parroquia de la plaza donde ha pasado casi cada tarde de su infancia, adolescencia y juventud. La emoción estaba asegurada.
Su boda se celebró una calurosa tarde de julio, así que para ese día, Maria confió en Marta Martí para que le hiciera un vestido dulce, romántico pero a la vez fresco y con el que pudiera sentirse cómoda. Completó el look con unas sandalias de color rosa empolvado de Serena Whiteheaven y un precioso tocado de Moncollier. Santi, llevaba traje azul marino de Jajoan que combinó con unos tirantes azules con gotas blancas y una atrevida corbata fucsia con topos azules.
Durante los preparativos, el padrino (el mejor amigo de Santi, que venía de Argentina), leyó el verso a Maria y le entregó el ramo; tal y como indica la tradición catalana. Ideamos para ella un ramo con forma irregular y con los colores y tipo de flor que usaríamos para el resto de la boda.
Para la celebración, les propusimos una masia donde, pese a estar cerca de la ciudad, pudieran disfrutar de la tarde en un sitio acogedor y a la vez tradicional. Nada más llegar, un bonito jardín les esperaba para celebrar allí un divertido aperitivo.
Al finalizar la tarde, llegó ese momento que tanto nos gusta, de encender luces y velas y dar paso a la cena; aún con los rayos de sol justos para teñir de tonos rosados y anaranjados el jardín trasero, donde les habíamos preparado un montaje muy dulce y romántico en tonos rosas, verdes y cremas.
Después de muchos momentos de emoción vividos durante la cena, los novios abrieron el baile en las escaleras, que habíamos decorado con guirnaldas de eucalipto y velas para enmarcar un primer baile de lo más apasionado y al que los invitados acompañaron con las luces de cientos de bengalas.
Y con el primer baile, llegó la fiesta. Un saxo, cientos de sombreros y accesorios flúor y muchas pero muchas ganas de pasarlo bien fueron el broche de oro para un día mágico que Maria y Santi nunca olvidarán.
¡Que seáis muy felices!
Si queréis saber aún más sobre esta boda, ¡no dudéis en visitar nuestra web!
Fotografía: Díez & Bordons
Vídeo: Anker Prod
Maria and Santi had a summer wedding on july. Santi is from Argentina, but Maria is catalan so the wedding took place in the parish where she has spent almost every afternoon of her childhood, adolescence and youth. For the celebration, we proposed a traditional farmhouse close to the city.
Maria trusted Marta Marti to make her a sweet, cool but at the same time comfortable dress. She completed the look with pink shoes by Serena Whiteheaven and a beautiful Moncollier headdress. Santi wore a navy blue Jajoan suit.
At the end of the afternoon, we turned on the lights and candles and the guests went to the back garden for having dinner. We had prepared a very sweet and romantic decoration with pink, green and cream colours. After that, the couple opened the dance accompanied with hundreds of flares.
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