El pasado lunes volvíamos al trabajo después de dos intensas semanas de bodas y, por eso, decidimos darnos un capricho y hacer una escapada a l’Empordà. No os equivoquéis, fuimos a trabajar, solo que elegimos un lugar muy especial.
Hace tiempo que conocíamos el Cluc Hotel, pero ésta fue la primera vez que pudimos verlo en persona. Santi, el dueño y creador de este bonito proyecto, nos invitó a conocer la que es ahora su casa; cada rincón y cada detalle que la hace única.
El Cluc Hotel se encuentra en el corazón del pueblo de Begur que, por si no lo conocéis, es un pequeño pueblo de la Costa Brava que nace en lo alto de una colina y desemboca en el mar; con callejuelas estrechas, casas de piedra y un ambiente tranquilo que te cautiva.
Con solo doce habitaciones, este pequeño hotel se convierte en un hogar para cada uno de sus huéspedes. La decoración que busca recuperar los orígenes a la vez que mantener una línea sencilla y actual, hace que cada rincón sea único y original; se aprecia que cada mueble, cada tela y cada detalle han sido escogidos con el mayor cuidado para que te sientas como en casa.
Además de la decoración y el cuerpo de este hotel, también nos ha cautivado su alma; y es que Santi ha dotado al proyecto de una filosofía y de una forma de entender la vida y, sobre todo, el descanso. Desde un nombre y un logotipo que insinúan la figura del ojo cerrado hasta frases que evocan el placer del descanso; la relajación es un pilar clave en este proyecto. Seguro que con este vídeo que han colgado en su Facebook entenderéis perfectamente lo que os estamos contando.
Por eso, si te acercas a l’Empordà y quieres descansar en el encantador pueblo de Begur, no dejes de preguntarle a Santi si puedes alojarte unos días en su casa.
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