Después de casarte, lo siguiente que más ilusión te hace en relación al día de la boda es ver las fotografías… y cuando las recibes te embarga la emoción porque es como vivirlo todo de nuevo. ¡Pues exactamente lo mismo nos pasa a nosotras con cada evento que organizamos! Así que, como os podéis imaginar, estamos encantadas de poder enseñaros esta nueva boda que organizamos con mucho cariño, ya con las fotazas de Díez & Bordons.
El 1 de mayo se nos casaron unos novios muy cracks, que por lo complicado de su vida profesional tuvieron clarísimo desde el principio que querían dejarlo todo en nuestras manos. La otra cosa que tenían claro era que querían que fuese una boda muy acogedora y familiar y, a la vez, que todo tuviera lugar en un entorno muy natural. En definitiva, que su boda transmitiera lo que ellos son: unos chicos sencillos, alegres y muy naturales… hasta el punto de que la novia quiso llevar zapatillas en lugar de zapatos de tacón para estar cómoda en su boda en el campo.
Lo primero que creamos para ellos fue una línea gráfica muy fresca que reflejara desde el inicio la personalidad y estilo de boda que ellos imaginaban a través del uso de las acuarelas y la caligrafía manuscrita que después aplicamos al resto de piezas gráficas y cartelería de la boda.
El espacio que escogimos fue Mas Bonvilar, una masía preciosa del Vallès Occidental. Allí organizamos todo para poder hacer la ceremonia religiosa al aire libre, y el resto de la celebración al gusto de los novios.
El gran reto que tuvimos en este caso fue que cuando avanzamos con los novios en los preparativos de la boda, vimos que finalmente la boda no sería tan íntima como ellos planteaban al principio, de forma que nos pusimos a trabajar duro para que, incluso con más invitados, la celebración siguiera siendo muy acogedora y familiar. Por ello, dispusimos las sillas de la ceremonia en semicírculo, de manera que ellos se sintieran más arropados por su familia.
Para el catering tuvimos el honor de contar con Jubany que, con el mismo Nandu a las parrillas, hicieron disfrutar de lo lindo a todos con su magnífica cocina.
Creamos una disposición de mesas imperiales de madera para la comida que restaba formalismos y aportaba un ambiente mucho más familiar.
La familia del novio son productores de aceite de oliva, por lo que nos pidieron que el olivo tuviera cierto protagonismo en la decoración de la boda. Por esta razón desde el ramo de la novia hasta los centros de mesa, los creamos partiendo de este bonito árbol y con la ayuda de Moshi Floristería.
Como buenos amantes de la naturaleza que son estos novios, quisieron regalar a cada invitado, unas semillas para que cultivaran una planta y la cuidaran con cariño como recuerdo de este día tan especial.
¡La boda fue un éxito y mayores y pequeños disfrutaron muchísimo!
La comida estuvo seguida de un baile lleno de detalles y sorpresas: una agradable zona chill out en el patio de la masia, distintivos para los «super-solteros», esos héroes de las bodas, accesorios para los más tímidos, un photocall que dió muuuucho juego, y la Creperie de Marione, que no podía faltar en esta fiesta!
Y si os habéis quedado con ganas de más, aquí os dejamos con el precioso vídeo de resumen de la boda que hicieron los chicos de Padilla & Rigau.
¿Qué os parece? ¿Os venís con nosotras a la próxima?
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Organización completa de la boda, diseño gráfico, estilismo y decoración: Detallerie
Catering: Jubany
Localización: Mas Bonvilar
Fotografía: Díez & Bordons
Vídeo: Padilla & Rigau
DJ: Alex Permanyer
Floristería: Moshi Floristería
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