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Adriana y Alex. Felicidad en estado puro

Seguro que todos habéis oído decir que los médicos trabajan muchas horas y muy duro, pero cuando llega la fiesta… ¡son los que más se divierten y lo petan! Pues bien, es verdad, somos testigos gracias a Adriana y Alex. Su historia de amor empezó precisamente en la universidad, estudiando Medicina, por ello todos o casi todos sus invitados eran doctores… ¡¡y vaya fiesta montaron!! Pero vamos por partes.

Esta pareja llegó a nuestra oficina diciendo que tenían muy claro el lugar y el equipo: Girona y Detallerie. Así que nos pusimos manos a la obra.


Adriana escogió para su gran día a Marta Martí que le hizo un diseño a medida que no podía ser más perfecto para ella. Estaba radiante, natural, ¡guapísima!

La ceremonia fue en la preciosa iglesia de San Félix, en pleno centro de Girona. Lo más imponente de esta basílica son sus escaleras, así que imaginaos como fue la salida de los novios después del sí quiero, con todos sus invitados a lo largo de la escalinata esperando y lanzando confeti. ¡Mágico!























Después de esa salida triunfal y de una foto grupal, novios e invitados partieron a la masia donde se celebraría el resto de la boda. A causa de las previsiones de lluvia, trasladamos el aperitivo al interior, algo que no fue ningún drama puesto que es un espacio muy especial. Y encima para acabar de animar el ambiente, habíamos contratado una banda buenísima que lo petó y tuvo a los invitados y a los novios bailando como si ya fuera el momento de la fiesta. ¡Fue increíble!






















Tras ese momento en apariencia insuperable, llegó la cena. ¡Y menuda cena! Como los novios eran jóvenes y modernos, sus invitaciones fueron rompedoras y minimalistas, en tonos blancos y grises. El diseño que hicimos estaba inspirado en mármol, y ese es el material que usamos para los place cards. Ellos querían algo diferente, huir de lo tradicional, y así lo hicimos. Así que, siguiendo estas directrices, para decorar la sala utilizamos cientos de bombillas colgantes que creaban un mar de luces en medio de un salón con paredes oscuras. ¡La combinación perfecta!

Por no hablar de lo guay que quedó con todo el montaje que los hermanos de los novios lanzasen confeti dorado justo para su entrada en la cena. ¡Qué subidón!


La cena, servida por el Celler de Can Roca, hizo las delicias de familiares y amigos. Algunos de ellos dedicaron unas palabras a los novios que hicieron saltar lágrimas y carcajadas. También los novios hicieron un brindis y varias sorpresas a sus seres más queridos. Y después del espectacular postre de chocolate, llegó lo mejor.















Y es que descubrimos la zona de la discoteca levantando las cortinas, y aparecieron todas las amigas de la novia haciendo una coreografía. Enseguida el resto de invitados se acercaron para verlo y justo en ese momento hicimos sonar una alarma de emergencia mientras que salían a la pista todos los amigos médicos vestidos con sus batas blancas para unirse a la coreografía al son de la canción «Llamada de emergencia». ¡Qué espectáculo! ¡Cómo alucinaron Adriana y Alex! Fue increíble cómo se fue uniendo todo el mundo al baile.


Pero aún faltaba el primer baile de los novios, así que todos los invitados se pusieron a los lados para dejar que la pareja tuviera su momento. Como no es de extrañar, habían preparado una coreografía que empezó lenta y romántica pero acabó marchosa y animada, volviendo a hacer que la gente se acercase a la pista y lo diera todo.

Si así empezó la fiesta, ¡imaginaos cómo continuó! Y es que cuando los novios son así de increíbles, transmiten su actitud al resto de invitados y eso se nota en como todo el mundo disfruta! Fue una auténtica juerga. No dejaron de bailar en ningún momento y nos dieron las gracias miles de veces al acabar la boda.











La verdad es que fue una boda por todo lo alto, en la que nosotras nos esforzamos al 200% como siempre, pero que gracias a su alegría, su euforia, su confianza en nosotras y su buena disposición todo salió redondo. Si la felicidad se pudiera describir con personas, sin duda esta pareja la representan. Ellos siguen agradeciéndonos a día de hoy que todo fuera tan bien, pero somos nosotras las que queremos darles las gracias por como son, por lo bien que nos lo hicieron pasar y por ser unas personas 10.

¡Les deseamos, si es posible, todavía más felicidad y suerte en su camino!

Si os ha gustado esta boda y todavía queréis saber más, podéis hacerlo a través de nuestra web.

Y para los curiosos que deseen ver más, os dejamos también el vídeo.




Fotografía: Díez & Bordons

Vídeo: Liten Studio


Adriana and Alex met at the university, studying medicine, so most of their guests were doctors too… imagine the party and the happiness!

 The ceremony was in the beautiful church of San Felix, in the heart of Gerona. After that, we moved to the farmhouse where it was going to continue the celebration.

During the cocktail, that took place in the dome, people start dancing thanks to the music band we had hired. And the party continued inside the living room where they had dinner. The decoration with the lamps and the marble place cards was amazing.

That wonderful day ended with a dance of the bride’s friends, a choreography of the couple and many guests dressed in doctor’s robes.

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